jueves, 29 de diciembre de 2011

7º CUMPLEAÑOS DE LA LEY DE VIOLENCIA DE GÉNERO

Hace 7 años se publicaba la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. A pesar de no ser el mejor de los días para publicar una Ley de estas caracterísitcas, los esfuerzos de miles de mujeres y el reconocimiento tanto de las victimas como que la violencia hacia las mujeres es un problema estructural y que afecta a toda la sociedad, se vió recompensado con el desarrollo de esta ley. El impulso que organizaciones de mujeres, feministas y organismos internacionales han hecho a lo largo de los años parece haber impulsado esta medida en España. Lamentablemente, pasado ya un tiempo, el número de mujeres asesinadas no disminuye. Desde 1999, un total de 955 mujeres han resultado muertas por causas de violencia de género y la cifra de menores asciende a 76. El año 2003 registra el mayor número de fallecidas con 94 mujeres, mientras que 2004 fue el año en que más menores fueron víctimas mortales de este tipo de violencia: 14. Según datos de Red Mujer, en 2007 fueron asesinadas 71 mujeres, en 2008 84, en 2009 68, en 2010 85 y en lo que llevamos de año han sido asesinadas 67. Datos que hablan por sí solos de la gravedad de este fenómeno que podríamos denominar "terrorismo hacia las mujeres". Sin embargo, no debemos pensar que la Ley está siendo un fracaso, sino que todavía es poco el tiempo transcurrido para que todas las medidas, sobre todo las que tienen que ver con la prevención, consigan el objetivo esperado: crear una sociedad más igualitaria y justa.


La violencia contra las mujeres es la consecuencia más grave de las creencias misóginas”, Esperanza Bosh y Virginia Ferrer. Esta violencia tiene múltiples formatos, se desarrolla en ámbitos diversos y se inserta en un contexto más amplio que el “hogar”. “Los malos tratos individuales son la manifestación particular y especifica de los malos tratos estructurales, institucionalizados, que forman parte del orden patriarcal. Su propia institucionalización hace que pasen inadvertidos y circulen como un material obvio respecto del que no hay que dar explicaciones ni justificaciones”. Victoria Sau


El Foro Mundial contra la Violencia hacia las Mujeres celebrado en Valencia en el 2000 marcó un hito histórico porque colocó la violencia contra las mujeres en el marco de los Derechos Humanos, incluyó a la violencia psicológica, sexual, física o las amenazas de sufrir violencia tanto en el contexto familiar, el de la comunidad o el del estado, así como resaltó que es una violencia basada en el género. De tal manera que el factor de riesgo para padecerla es precisamente ser mujer. Sin embargo, todavía hoy sigue existiendo falta de consenso en el uso adecuado del término ya que se toma como equivalente el concepto de violencia familiar o doméstica. Así mismo, la ley explica que se trata de un fenómeno estructural pero se sigue entendiendo como un tipo de violencia que se da en la pareja. Los medios de comunicación perpetúan esta falsa idea. Trabajar desde la prevención fomentando valores igualitarios en la escuela así como formar a los y las profesionales que intervienen con esta problemática social es un desafío al que nos enfrentamos para un correcto abordaje de la violencia de género o machista. En este sentido, el análisis feminista del problema considera que la violencia contra las mujeres tiene su origen en los valores culturales patriarcales según los que los hombres dominan a las mujeres y por ende pueden controlarlas. La desaparición de las desigualdades entre hombres y mujeres y la redefinición de roles de género serían parte de la solución del problema. Así como una redefinición de la idea del amor romántico.


48/104, ONU, 1994, primer instrumento internacional de Derechos Humanos define la Violencia de Género:“todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada”. incluidos los golpes, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital y otras prácticas y tradicionales que atentan contra la mujer, la violencia ejercida por personas distintas al marido y la violencia relacionada con la explotación: la violencia física, sexual y psicológica a nivel de la comunidad general, incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento y la intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la explotación forzada; y la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, donde quiera que ocurra”.


Anterior a este Marco Internacional de Protección de los Derechos de las Mujeres, ya existía:
- 1979 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)
- 1993 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
- 1994 Convención Iberoamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (convención de Belem Do Pará)
- 1999 Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
- 2000 Cumbre del Milenio
- Todas las conferencias de Naciones Unidas sobre las mujeres: México 1975, Copenhague 1980, Nairobi 1985 y Beijin 1995.


Según el Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS “la violencia de género es la primera causa de pérdida de vida entre mujeres de 15 a 44 años, por encima de las guerras, los accidentes de tráfico o los distintos tipos de cáncer”


Acabar diciendo que por todo lo expuesto hasta ahora, no confundamos violencia de género con violencia intrafamiliar

jueves, 15 de diciembre de 2011

Taller de lectura

Ayer dió comienzo la nueva temporada de Taller de Lectura. Tras varios años de suspensión de la actividad la hemos retomado con la lectura y comentario del libro El club de lectura de Jane Austen, de la escritora Karen Joy Fowler.
A las 15,00 horas nos encontramos en el local de País Románico 8 mujeres lectoras, otras dos no pudieron acudir pero comunicaron su interes en participar en el próximo encuentro.
El anális y comentario del libro giró en torno a temas tan cercanos como el matrimonio, haciendo una comparativa entre las dos épocas que se reflejan en el libro; el dinero; la amistad; el papel de cuidadora de la mujer; ... estos comentarios faciltaron el dialogo sobre otros temas, ya no del libro, sino mucho más cercanos a nuestras vivencia, provocando un clima muy cordial entre todas las participantes.
La fecha para el próximo taller queda fijada para el miércoles, día 15 de febrero de 2012. El libro que se leerá quedó por determinar

Dicho por Bernadette, una de las protagonistas del libro:

Ninguno de mis maridos era mala persona. El problema era yo. El matrimonio me parecía un espacio muy restringido, cuando estaba dentro. Me gustaba casarme, la época de cortejo tiene trama. Pero el matrimonio en sí no tiene trama de ninguna clase. Siempre es lo mismo, una y otra vez. Las mismas peleas, los mismos amigos, las mismas actividades los sábados. La repetición acababa por hacérseme insoportable.


TEJIENDO REDES Y CONSTRUYENDO CONOCIMIENTO COLECTIVO CON NEUS ALBERTOS. II PARTE

El encuentro de la tarde reunió a mujeres de asociaciones diversas con el fin último de conocer-se para conocer-nos y construir redes de mujeres para poder establecer relaciones de colaboración mutuas, ya que “hay más cosas que nos unen que cosas que nos separan”.

La Asociación de Mujeres de Barruelo, Asociación de Amas de Casa de Aguilar de Campoo, Asociación de Encajeras, Asociación de Mujeres por la Igualdad Tejiendo-Cambios y mujeres que no están asociadas a ninguna corporación, se reunieron en torno a una mesa de presentaciones que tejió inquietudes y vindicaciones en torno a los mandatos de género, la construcción de la identidad, la toma de decisiones y la sorodidad. Neus ofreció un paradigma en el que todas sumemos y en el que a todas se les de valor. Precisamente, como no se da valor al trabajo de las mujeres rurales, ellas dicen que “no saben”. El sistema ha hecho de las mujeres el “divide y vencerás”, aunque “las mujeres cómplices y unidas son peligrosísimas”, apuntaba Neus entre risas. Y precisamente esta es la dificultad de las mujeres, tomar iniciativas y ocupar espacios públicos, ya que parece que esperan a que se les convoque.

Temas para la reflexión…

Las mujeres no tenemos derecho a desear por género. Los mandatos y el “deber ser” anulan el deseo. Hay que considerar que la mayoría de ellos, son por concesión. En el “deber ser” no hay subjetividad, sino identidad de género. El sistema androcéntrico en el que vivimos construye a las mujeres “de fuera a dentro”, desde el “deber ser” en vez de desde el “querer ser”, imposibilitando el desarrollo de su subjetividad, construyendo por tanto la identidad genérica. Por eso se habla de “La Mujer”, en vez de Las Mujeres. Lo que ocurre, es que confundimos el “querer ser” y el “deber ser”. Tomar conciencia del mandato, permite construir el “querer ser”. LAS MUJERES DE HOY EN DÍA TIENEN MÁS DESEOS, MÁS RECURSOS, PERO NO TIENEN LIBERTAD. Las diferentes maniobras o tentáculos del patriarcado utilizan diferentes maniobras de maltrato para mantener el control sobre las mujeres. El mecanismo que hace que se perpetúe el mandato de género es la culpa. Si no haces lo que se espera de ti, surge. El contexto censura a aquellas que se salen del rol marcado. Hombres y mujeres forman parte de este sistema machista. Los hombres a través de la imposición del dominio, deslegitimización e imposición de culpa (“mira cómo estás educando a tu hija”) y las mujeres con sus “motes”: total,… no tiene importancia,… todo eso,…. Es decir, mecanismos de minimización, negación o generalización de sus logros o capacidades.

Sororidad entre mujeres. La fraternidad Ilustrada del siglo XVIII excluía a las mujeres de sus prácticas. De ahí, una propuesta de solidaridad para combatir la misoginia, que parodógicamente también comparten las mujeres. Marcela Lagarde dice que las mujeres lo niegan con afirmaciones tales como “no nos pasará a nosotras”. Sin embargo, la realidad nos dice que todas somos misóginas por haber crecido en ella. Sólo se puede dejar de serlo cuando se reconoce. No se trata de algo frontal, sino que tiene que ver con un proceso simbólico. Nos comportamos de manera misógina cuando dudamos de los logros de otras mujeres (“a saber…”), o cuando aplicamos la duda metódica a cualquier mujer respecto de lo que hace (“pero…”). Una práctica “sórica” pasaría por afirmaciones tipo “me niego a hablar mal de una mujer”. La enemistad de las mujeres dificulta su sororidad. A las mujeres se les educa para la rivalidad entre ellas, de hecho, las primeras prácticas de rivalidad se hacen contra las propias madres, quienes más cuidados y afectos nos profieren. Este fenómeno, no se da entre padres e hijos varones. Negamos la misoginia por la dificultad en aceptar lo desagradable del hecho. Es más, el mecanismo de la culpa de la que hemos hablado antes, salta, y cuestiona el atrevimiento ante el cuestionamiento del sistema. Sin embargo, todas podemos ser reconocidas por todas aunque no nos gustemos. Otra mujer puede tener mi reconocimiento, por el que la considero capaz, valiosa y respetable, aunque no comparta sus opiniones. Postura que nada tiene que ver con la aprobación, la cuál supone una relación de dependencia, juicio, etc. En definitiva, una práctica de dominio. Se propone por tanto, la sororidad sana como mecanismo cómplice de las mujeres (subversión)

Algunas referentes: Rita Levi-Montalcini, Carmen Alborch y Andrea Salomé

miércoles, 14 de diciembre de 2011

TEJIENDO REDES Y CONSTRUYENDO CONOCIMIENTO COLECTIVO CON NEUS ALBERTOS. I PARTE

El pasado 26 de noviembre, se celebró un encuentro en Cervera de Pisuerga y Aguilar de Campoo, organizado por el Programa Igualar de ACD Montaña Palentina, a cargo de Neus Albertos, donde representantes políticos, educadores y diferentes representantes de Asociaciones de Mujeres de la zona intercambiaron impresiones en torno al momento que atraviesan las políticas públicas en relación a la Igualdad.

Por la tarde, la Asociación de Mujeres por la Igualdad Tejiendo-Cambios, convocó a diferentes Asociaciones de Mujeres, para tratar temas tan diversos como el diferente uso de los tiempos entre mujeres y hombres, la importancia de la creación de redes de mujeres, el valor del trabajo desarrollado por las mujeres rurales, la formación de la identidad femenina, la sororidad, los mandatos de género, etc. Temas surgidos de las inquietudes de un grupo de 15 mujeres dinamizado también por Neus Albertos. A continuación se exponen algunas de las conclusiones de aquel día.

A lo largo de la mañana, representantes políticos de “Solución Independiente”, “Juventudes Comunistas”, “Juntas Vecinales”, un educador de Valdeolea (mayoría masculina) y diferentes socias de la Asociación de Mujeres por la Igualdad Tejiendo- Cambios, concluyeron que la Igualdad es un fenómeno de vanguardia y excepción. Sobre todo, por lo que se refiere a al uso que de él hacen los varones. Tomemos como ejemplo a Stuart Mill en el siglo XIX, que renunció a la potestad que tenía sobre su mujer, Harriet Millet, al considerarla como una igual. Y es que la presencia de las mujeres en los espacios públicos y puestos de responsabilidad debería ser paritaria para aprovechar el potencial productivo de estas. Como dice Celia Amorós, “es importante que la paridad no dependa de un partido político, ni que se entienda como discriminación positiva ya que las mujeres están plenamente cualificadas y en igualdad de condiciones. Por lo que el 40/60 sería de “sentido común” y “espontáneo”, si no se viera limitado por decisiones androcéntricas”. La idea no es que las mujeres “machaquen” a los hombres por haber estado en peores condiciones. En la Igualdad hay beneficios, oportunidades de trato, valor, responsabilidad, etc. En palabras de la propia Neus Albertos, “hay un maravilloso lugar que se llama AL LADO”. Si ésta lógica se llevara a la práctica, no existiría Violencia de Género. En este sentido, cabe destacar que sólo se denuncia un 10%. A pesar de que parece que las cifras en este sentido han aumentado, lo que ha hecho la ley es poner de manifiesto, sacar a la esfera pública, lo que sucedía en el hogar.

Así mismo, se habló de las Políticas de Igualdad, generales y específicas, que se pueden llevar a cabo desde los consistorios locales sin suponer costes añadidos, sobre todo dado el momento de crisis en el que nos encontramos. Surgieron a partir de la Declaración de los Derechos Humanos del 48. Se recalcó la idea de que las políticas generales de Igualdad deberían ser trasversales, ya que afectan a toda la ciudadanía y de forma desigual. Con ellas, se corregiría el impacto diferencial en hombres y mujeres. Las específicas, corrigen las desigualdades discriminatorias en temas concretos. Por ejemplo, primar que los varones puedan ejercer la paternidad (necesidad de obligado cumplimiento). Como referente histórico y pionera en el tema, surgió la figura de Clara Campoamor. Como idea clave, resaltar que el hecho de que existan argumentos diferentes en torno a estas políticas, no tiene que implicar discriminaciones a nivel legal. Siguiendo a Clara Campoamor, el que haya gente que creyera en la época que las mujeres no tenían alma, no tenía que traducirse en que no pudieran ejercer su derecho al voto. Ejemplos de implementación de políticas de igualdad sin coste añadido serían el uso del lenguaje inclusivo, cambio de horarios que faciliten la conciliación y la corresponsabilidad familiar, lo cuál traería parejo el aumento de la productividad.

Los errores fundamentales en torno a la Igualdad tienen que ver con IGUALARSE CON, en vez de IGUALARSE ENTRE. La Igualdad no pasa por hacer las mismas cosas hombres y mujeres o equiparar los riesgos de unos a otras, sino que la Igualdad tiene que ver con la Igualdad de TRATO, de OPORTUNIDADES, SIGNIFICADOS, PODER Y VALOR. Si no se da alguna de estas características, hay discriminación. Hay que tener en cuenta en lo relativo al poder la segregación horizontal y vertical.

Algunas recomendaciones bibliográficas: “El país bajo mi piel”, Gioconda Belli. “El país de las mujeres”, Gioconda Belli. “Nosotras que nos queremos tanto” de Marcela Serrano. De esta misma autora, “Antigua vida mía”, “La llorona”, “10 mujeres”.

Una reflexión final que surgió en la comida que surgió a la mañana verbalizada por Neus: “el patriarcado se sustenta, estructura, legitima, reproduce y transmite a través del control del cuerpo, la sexualidad y el placer de las mujeres”.