Hace 7 años se publicaba la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. A pesar de no ser el mejor de los días para publicar una Ley de estas caracterísitcas, los esfuerzos de miles de mujeres y el reconocimiento tanto de las victimas como que la violencia hacia las mujeres es un problema estructural y que afecta a toda la sociedad, se vió recompensado con el desarrollo de esta ley. El impulso que organizaciones de mujeres, feministas y organismos internacionales han hecho a lo largo de los años parece haber impulsado esta medida en España. Lamentablemente, pasado ya un tiempo, el número de mujeres asesinadas no disminuye. Desde 1999, un total de 955 mujeres han resultado muertas por causas de violencia de género y la cifra de menores asciende a 76. El año 2003 registra el mayor número de fallecidas con 94 mujeres, mientras que 2004 fue el año en que más menores fueron víctimas mortales de este tipo de violencia: 14. Según datos de Red Mujer, en 2007 fueron asesinadas 71 mujeres, en 2008 84, en 2009 68, en 2010 85 y en lo que llevamos de año han sido asesinadas 67. Datos que hablan por sí solos de la gravedad de este fenómeno que podríamos denominar "terrorismo hacia las mujeres". Sin embargo, no debemos pensar que la Ley está siendo un fracaso, sino que todavía es poco el tiempo transcurrido para que todas las medidas, sobre todo las que tienen que ver con la prevención, consigan el objetivo esperado: crear una sociedad más igualitaria y justa.
“La violencia contra las mujeres es la consecuencia más grave de las creencias misóginas”, Esperanza Bosh y Virginia Ferrer. Esta violencia tiene múltiples formatos, se desarrolla en ámbitos diversos y se inserta en un contexto más amplio que el “hogar”. “Los malos tratos individuales son la manifestación particular y especifica de los malos tratos estructurales, institucionalizados, que forman parte del orden patriarcal. Su propia institucionalización hace que pasen inadvertidos y circulen como un material obvio respecto del que no hay que dar explicaciones ni justificaciones”. Victoria Sau
El Foro Mundial contra la Violencia hacia las Mujeres celebrado en Valencia en el 2000 marcó un hito histórico porque colocó la violencia contra las mujeres en el marco de los Derechos Humanos, incluyó a la violencia psicológica, sexual, física o las amenazas de sufrir violencia tanto en el contexto familiar, el de la comunidad o el del estado, así como resaltó que es una violencia basada en el género. De tal manera que el factor de riesgo para padecerla es precisamente ser mujer. Sin embargo, todavía hoy sigue existiendo falta de consenso en el uso adecuado del término ya que se toma como equivalente el concepto de violencia familiar o doméstica. Así mismo, la ley explica que se trata de un fenómeno estructural pero se sigue entendiendo como un tipo de violencia que se da en la pareja. Los medios de comunicación perpetúan esta falsa idea. Trabajar desde la prevención fomentando valores igualitarios en la escuela así como formar a los y las profesionales que intervienen con esta problemática social es un desafío al que nos enfrentamos para un correcto abordaje de la violencia de género o machista. En este sentido, el análisis feminista del problema considera que la violencia contra las mujeres tiene su origen en los valores culturales patriarcales según los que los hombres dominan a las mujeres y por ende pueden controlarlas. La desaparición de las desigualdades entre hombres y mujeres y la redefinición de roles de género serían parte de la solución del problema. Así como una redefinición de la idea del amor romántico.
48/104, ONU, 1994, primer instrumento internacional de Derechos Humanos define la Violencia de Género:“todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada”. incluidos los golpes, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital y otras prácticas y tradicionales que atentan contra la mujer, la violencia ejercida por personas distintas al marido y la violencia relacionada con la explotación: la violencia física, sexual y psicológica a nivel de la comunidad general, incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento y la intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la explotación forzada; y la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, donde quiera que ocurra”.
Anterior a este Marco Internacional de Protección de los Derechos de las Mujeres, ya existía:
- 1979 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)
- 1993 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
- 1994 Convención Iberoamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (convención de Belem Do Pará)
- 1999 Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
- 2000 Cumbre del Milenio
- Todas las conferencias de Naciones Unidas sobre las mujeres: México 1975, Copenhague 1980, Nairobi 1985 y Beijin 1995.
- 1979 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)
- 1993 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
- 1994 Convención Iberoamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (convención de Belem Do Pará)
- 1999 Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
- 2000 Cumbre del Milenio
- Todas las conferencias de Naciones Unidas sobre las mujeres: México 1975, Copenhague 1980, Nairobi 1985 y Beijin 1995.
Según el Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS “la violencia de género es la primera causa de pérdida de vida entre mujeres de 15 a 44 años, por encima de las guerras, los accidentes de tráfico o los distintos tipos de cáncer”
Acabar diciendo que por todo lo expuesto hasta ahora, no confundamos violencia de género con violencia intrafamiliar